lunes, 14 de noviembre de 2016

Siéndome preciso no perder minuto.

Tiempo y percepción del tiempo en México (1810-1910).

Este texto nos habla de cómo los eventos que fueron sucediendo en México durante el siglo XIX, y no sólo eventos de índole social, como las guerras, intervenciones, campañas políticas, etc., en muy poco tiempo hubo muchos cambios. Y luego vino la modernidad, en cuanto a los avances tecnológicos se refiere, como el telégrafo, buque de vapor, ferrocarril, etc, como dice la lectura "modernity is about aceleration of time" (Scmidt, 271).

A lo largo de nuestra lectura, veremos cómo el autor toca temas fundamentales que causaron en los mexicanos que la percepción del tiempo se viera modificada y que las cosas se aceleraran.

Hay cuatro etapas en este evento.

1. La percepción del tiempo en la independencia.

El cura Hidalgo, al levantar en armas al pueblo novohispano, se convirtió en el símbolo del cambio. Un cambio que no le era favorable a la Iglesia, motivo por el cual hubo un Obispo, Abad y Queipo en Michoacán, que redacto un edicto en el que se comparaba al "Padre de la patria" con Martín Lutero; ya que según él, y muchos otros de sus contemporáneos, no había diferencia alguna entre la revolución campesina alemana del siglo XV y ésta.

Las personas vivieron de manera distinta lo que estaba sucediendo en ese año, 1810; para algunos
la nueva experiencia en el tiempo tenía validez, mientras que otros cuantos se percataron de que algo nuevo estaba sucediendo. La historia se dio cuenta de algo, el tiempo se acelera.

"Los acontecimientos de 1808 a 1810 se vivieron como una época de mayor movimiento que su rápido suceder."  (Schmidt, 272).

Los contempóraneos empezaron a comparar la rapidez de los acontecimientos con la velocidad del rayo. Y los habitantes de las ciudades también experimentaron un cambio evidente en el tiempo, un tiempo nuevo.

La independencia trajo consigo una nueva percepción del tiempo social: la tradicional y la moderna.


2. Los nuevos tiempos - el futuro abierto.

La velocidad dio un nuevo carácter, una novedosa calidad al tiempo y a la historia. La historia misma vivió una temporalización.

José María Luis Morea dividió a sus contemporáneos en dos grupos.

  • El partido de los cambios. Ellos eran los del progreso, los cambios, el futuro abierto y el mejoramiento.
  • El partido de la inmovilidad. Estos se perfilaban como conservadores, eran los del retroceso, el orden público, la religión y el pesimismo hacia el cambio.


3."A todo vapor" - la velocidad del ferrocarril.

Ésta época trajo consigo la sensación de ser la más rápida de la historia, y los nuevos ferrocarriles fueron los que marcaron la velocidad del presente, ocasionando así que el tiempo se acelerara y se volviera masivo. Ser veloz y andar con prisa se convirtieron en una de las principales características de la vida social y política.
Para 1868 se decía que la aceleración era el resultado de haber vivido con lentitud y así llegar a la prosperidad.

Mientras que en Europa se rechazaban las nuevas tecnologías y transportes debido a que dañaban la salud, en México apenas llegaba la revolución industrial y móvil.

La "railway spine" fue una de las enfermedades que surgieron, y establecía que la velocidad del tren ocasionaba que el cerebro de transformara y se vieran afectados los sentidos.
Otro fenómeno de este tipo fue el llamado "Bicycle face", una llama enfermedad de la que no se tiene constancia haya existido en México.

4. El desarrollo como objetivo del individuo y de la sociedad.

El desarrollo comenzó a ser más recurrente a finales del siglo XIX, pero el que se dio en Latinoamérica fue duramente cuestionado, pues no se vivía de la misma manera acelerada como en Europa o los Estados Unidos.

Se ve un cambio en el término, y se va adaptando como las personas lo refieren en diferentes contextos. Por ejemplo Justo Sierra comentó que la ciencia convertida en un instrumento complejo y eficaz aceleró la evolución de los grupos humanos". Mientras que Andrés Molina Conde comentaba que el desarrolló comenzó desde la agricultura, y que la historia del desarrollo se debía de ver en las minorías.

En la sociedad había una gran diferencia entre el tiempo que se experimentaba en las ciudades y el de las zonas rurales, ocasionando que el tiempo en el campo no fuera contemplado en la historia.


Conclusión.

La aceleración ha acompañado al pueblo mexicano desde los tiempos de la independecia.
Los mexicanos han compartido los mismos problemas que habitantes de otros países, con la ligera excpeción que para nosotros ha sido a veces un poco más tarde.






Referencias:
Schmidt, Peer. "Siéndome Preciso No Perder Minuto. Tiempo Y Percepción Del Tiempo En México (1810-1910)." N.p.: Universität Erfurt, N.d. PDF.

Imagen:
http://psicologia.laguia2000.com/wp-content/uploads/2012/06/el-tiempo-psicol%C3%B3gico1.jpg

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